Travelling Vertical

Inland Empire
Director: David Lynch
Año: 2006

Ver el cine a través de la visión de David Lynch es entrar a un laberinto. Su perfección cinematográfica y transgresión narrativa, para algunos es un dolor cabeza. Debido a eso cuando nos disponemos a ver cualquiera de sus trabajos tenemos que tomar en cuenta lo siguiente: no somos espectadores, en un descuido, un parpadeo, nos convertimos en parte de la creación cinematográfica. Así que si te sales del cine o apagas el Dvd la película no termina ahí. El tiempo es consciente e igual que cualquier ser vivo busca la satisfacción individual, que llega a conseguir al hacer su voluntad. ¿Un constante deja vu?, ¿La intersección de dos dimensiones?, ¿La pesadilla de la que nunca nos despertamos? Las carreteras, cuartos vacios, corredores, luces opacas, esquinas ocultas y personajes lascivos, son los constructores de las historias de Lynch. Y por supuesto la similitud visual con los grabados de Escher.

Inland Empire es el trabajo más nuevo de David Lynch y para algunos la entrada sencilla al universo del director. Una idea centralista y nerd; porque desde el punto de vista del imaginario colectivo de las personas del sur de el país, lo único importante de sus películas es la naturaleza perfecta de cada una de las escenas en sus obras, así que no necesitamos revisar toda su biografía y aprendérnosla de memoria. Supongo que es suficiente con ver Inland Empire o cualquier otro de sus filmes para notar que estamos haciendo referencia a un estilo de hacer cine que experimenta constantemente y sin temores. Lo que nos lleva a películas de una calidad única por la simple razón de respetar al cine como un arte representativo del mundo de los recuerdos más oscuros y los sueños.

En Inland Empire, una actriz consigue el papel de su vida, el que la llevara un éxito lejos del que alguna vez creyó. Fama y reconocimiento que llega en una época perfecta. La película se va convirtiendo en su vida y esta a su vez se transforma en una película. Así vamos descubriendo en alrededor de 140 minutos el estrellato y descenso de una actriz que se pierde en la línea del tiempo de su vida, en memorias presentadas de manera aleatoria y esquizofrénica.

Travelling Vertical

2 perdidos en la noche

Director: José Joffily

Año: 2002

Dos perdidos en la noche nos invita a observar las entrañas de dos emigrantes. Por un lado Paco, un hombre mayor que recientemente llega a Nueva York donde se encuentra con los mismos problemas que cualquier emigrante ilegal: empleos en los que su dignidad no es considerada, porque así es la vida de los emigrantes más desamparados, quienes las situaciones sociales de su país no otorga una posibilidad de tener una solvencia suficiente y tienen como única oportunidad ir a Estados Unidos, pero a cambio de convertirse en personas errantes consumidos por un sistema político. Y del otro lado Tohno que distinta a Paco elige olvidarse de si misma y convertirse en parte de esa maquinaria de intercambio de dinero: vendiendo placeres sexuales con hombres que piensan que es un niño.

Una mañana paco encuentra a Tonho en compañía de otro hombre, en los servicios del lugar donde trabaja como intendente. De esta forma comienza una bizarra amistad. Mientras ella pueda prostituirse en esos baños sin que nadie la moleste, le da a Paco su compañía, un lugar donde quedarse y dinero. Sin embargo él empieza a ser utilizado y denigrado por ella, igualmente o peor de lo que lo han tratado las personas en esa ciudad.

El discurso de la película en una idea simple, pero acertada sobre la desigualdad que existe y el valor tan alto que se ha llegado a otorgar al poder adquisitivo mayor que la amistad y el amor. Consumiéndonos por el deseo monetario que nos vuelve capaces de disparar por la espalda, desde lejos e incluso a nosotros mismos.

Liv Ullman en persona de Ingmar Bergman

Dices: "Iré hacia otra tierra, hacia otro mar
y una ciudad mejor con certeza hallaré.
Pues cada esfuerzo mío está aquí condenado,
y muere mi corazón
lo mismo que mis pensamientos en esta desolada languidez.
Donde vuelvo mis ojos sólo veo
las oscuras ruinas de mi vida
y los muchos años que aquí pasé o destruí".
No hallarás otra tierra ni otro mar.
La ciudad irá en ti siempre. Volverás
a las mismas calles. Y en los mismos suburbios llegará tu vejez;
en la misma casa encanecerás.
Pues la ciudad es siempre la misma. Otra no busques - no la hay-
ni caminos ni barco para ti.
La vida que aquí perdiste
la has destruido en toda la tierra.

Constantino Cavafis

Travelling Vertical

Blood Trails
Director: Robert Krause
Año: 2006

Las películas de horror y suspenso tienen como objetivo común tocar a al espectador, halarlo hacia el fenómeno que ocurre dentro del filme y hacer sentir que podríamos ser presa de uno de tantos demonios que asolan nuestro mundo, sean humanos o no. Una formula simple que si se lleva a cabo de forma precisa, la película a pesar de tener cabos sueltos (porque así es el cine de este género) se debe considerar altamente recomendable.

Sendero de sangre es un caso especial. Porque a pesar de ser cine de género se salta un par de aspectos que son pieza fundamental del terror y suspenso, para darle paso a un miedo singular, emocional y mucho más apegado al espectador que el probable hecho de ser atacado por alguien o algo, al dar la vuelta en la esquina de la calle.
Dicho factor que a esta película no le importa es el dar a conocer el rostro del personaje que infringirá sobre el sujeto principal de la película, el miedo. El despojo de la máscara para que de esta manera la identidad que tanto se oculta en el típico suspenso gringo, se deje atrás. El segundo aspecto es que dado las circunstancias y la historia de la película, existe el deseo de que todos merezcan morir, nadie es inocente.

Y el guion de la película sustenta lo que digo, ya que el personaje principal después de tener un affaire con un desconocido decide retomar el curso de su relación amorosa con su novio (Michael, que evidentemente siente amor por ella), lo que sigue es que el hombre con quien lo engaño, asesina frente a los ojos de ella a Michael. Provocando una persecución a través de un camino de montaña, en el que ella lucha por sobrevivir al asesino y al sentimiento de culpa. Todo a través de una fría textura visual que nos indica que nuestro mayor miedo es generado por nosotros mismos.