Monday, March 03, 2014

La dinámica de Saturno



 Han pasado una horas y comienzo a sentirme mejor. Salgo del módulo. Lo primero que veo es la forma de sus ojos de ave. Entonces la veo completamente. Tiene el cabello oscuro y cae sobre su espalda. Su nariz es inexplicable y me gusta. Sus labios son largos y sumamente delgados. Vestida en tres D. Su estatura es pequeña. Esconde los brazos dentro de su vestido. Siento algo que había olvidado. No puedo huir. Lo que está por crearse es una imagen nítida y permanece menos que segundos en mi mente:
1 Veo el futuro de la tripulación
2 Voy arrastrándome por la sección más estrecha de la nave
3 Cada cuatro minutos este camino se llena de gases que sin el equipo adecuado moriría
4 Hay que llevar un traje y máscara especial
5 Avanzo por donde la atmosfera es más nociva

Algunas veces, en ciertos sectores de la nave, no puedo ver, solo el instinto y la memoria me sirven para llegar a la cámara de las Inmortales. Mujeres que dedican su vida a la belleza estética, maniquíes humanos de perfección monstruosa. La más longeva, dicen que vivió 123 años sin un solo rastro de envejecimiento, pero se volvió demente a los 80 años. Y al fallecer, su piel era tan suave que quienes la tocaban se quedaban con un poco de ella en sus manos. Mil veces peor que tocar el cuerpo de una persona ahogada en el líquido más acido. El vapor que atraviesa este lugar proviene de los mantos tóxicos donde ellas se bañan. Están ahí solo unos segundos, luego en grupos se inyectan en la zona abdominal vacunas llenas de células regenerativas. Corren en círculos para que la infusión se transmita por todo su cuerpo, después se cubren de celulosas que les mantienen la piel y los músculos firmes. Esa es la parte más dolorosa, porque ese tratamiento penetra sobre cada poro de su piel, rompiendo tejido celular, y al llegar a los músculos se enfría al grado de que algunas quedan rígidas en algunas zonas de su cuerpo hasta que el dolor les produce la muerte. A pesar de tal tormento su belleza física nunca se degenerará, al contrario, algunos organismos de esas mujeres reaccionan positivamente transgrediendo los conceptos generales de estética, como la mujer que vi, cuya mirada sobrepasa el campo visual del ser humano.

Encuentro la plataforma en la que desciendo al lugar donde habitan las inmortales. Espero ser bien recibido, porque sé que los extraños no son vistos de buena manera. La plataforma comienza a moverse, no soy el único en ella; otro tripulante está a mi lado: es una mujer y no parece ser inmortal, por extraño que parezca creo que la había visto antes; en el planeta Tierra.

La observo detenidamente y ella responde a mi fijación con una sonrisa; después dice: deseo que tengas suerte. La plataforma se detiene al llegar en el salón del grupo de las inmortales. Ahí el olor es lo primero que puede sentirse, un aroma dulce virtuoso intenso produce un cosquilleo en los ojos, luego un nudo en la garganta y continua hasta la irritación ocular; Pierdo de vista a mi acompañante de la plataforma. Una dama inmortal me sujeta del brazo, viste un traje largo brillante hecho de plasma mercurial, su figura es evidente a pesar de tener solo descubierto el rostro. Me siento perdido y no puedo resistirme a su beso. El calor en sus labios. El susurro de una lengua a otra. El plasma de su traje nos envuelve. Entonces comienzo a tocarla, mis manos solo se mezclan con el estado gelatinoso de su cuerpo, formado y unido por el plasma. Es un rostro con vida; ¿Qué lejos quieren llegar estas mujeres? Pero no son solo ellas, es esta nave e constituida por cúmulos de materiales maleables y una tripulación dirigida por un nuevo razonamiento.