La ventana tiene vista a la tierra. Ahí todo se pudre. Es muy tarde para hacer algo. La nave ha salido ya al espacio. Me acompañan maquinas, el ambiente es frió, los fantasmas de nuestro cielo, cráteres, polos, noches, días y seres que ame asolan cada rincón de mi cabeza. La nave viaja en un grito de dolor y soledad. Varias veces he querido quitarme la vida, pero la nave de cualquier forma llegara a su destino. A veces se me escapa la cordura de tanta velocidad sobre la que viajo, me percato de mi alrededor y me da tanto miedo que termino escondido debajo de alguna maquina. Recorro a rastras toda la nave, no quiero ver como es la creación en su forma original, me da tantas nauseas y estoy cada vez mas cerca. No se si es el dióxido artificial de esta nave lo que me esta haciendo cambiar o si es parte de una ley universal tales deformaciones, por eso procuro no ver mi reflejo, ni observar cómo son ahora algunas partes de mi estructura física. También mis recuerdos han comenzado a desaparecer, me torturo a cada momento recopilando datos de mi vida que he perdido por completo, en su lugar escucho voces que me dan paz y me siento como en una burbuja plasmática recibiendo información de la forma como funciona mi cuerpo a través de un tubo que sale de mi cuerpo. El mundo esta cerca de mi, las maquinas me lo dicen, haré contacto con el en momentos. Me preparo para el aterrizaje, caída completamente en vertical. Todo se acerca a mi, no puedo representar tal suceso en palabras o números, las maquinas se destruyen la nave abre sus piernas, mi burbuja se escapa, me doy cuenta que no quise dejar Marte pero este mundo me ha envuelto en su belleza, salgo de la nave con el deseo terrestre de vivir y todo lo que esta afuera me impacta tanto como saber que soy una nueva forma de vida. |
Monday, October 31, 2005
Bitácora de vuelo
Baal
Los trozos bien picados de mi corazón caen sobre el sartén caliente, los mismos líquidos de la carne son desprendidos friendo de una forma natural y endulzando la cocina con su aroma. Mi maestra de gastronomía decía que nada debía ser desperdiciado. Mi asesor que tenía problemas y debía resolverlos. Corto la cebolla en formas circulares, una a una las rebanadas van cayendo y otra vez no coloque el cuerpo en forma correcta. Mis ojos están llorando. Yo me carcajeo. Continuo moviendo la carne, disminuyo la densidad de la llama, escucho un grito donde es pronunciado mi nombre, saco la cabeza de la tierra pero, nadie me llamo, es solo la imaginación que no quiere dejarme, jugando conmigo cree utilizarme y yo la sigo demostrándole que no todo lo que crea es una alucinación. Apago la llama como si mi poder se concentrara en crear y destruir al mismo fuego. Sirvo la carne carbonizada en un tazón, continuo haciendo la ensalada con el tomate y la hoja verde que no se nombrar hasta terminar colocándola en otro recipiente. He vuelto a ser nombrado. Salgo de la tierra. Camino lentamente, me encuentro tu cuerpo, simulas estar dormida, haber muerto, acaricio tu cuerpo, tiemblas, sigues viviendo, alguien a tu lado, le permito verme. Sus ojos deben ser removidos, sus manos pasaran por un proceso hasta quedar solo huesos, arranco su quijada, me rió de el y te llevo conmigo. |
Luna tardía
Las hojas que son olvidadas por el estío descendieron hasta donde la gravedad les permitió. Rebeca camina con prisa sobre ellas, entre el silencio de los animales que se esconden, el viejo camino oscurece a las espaldas de aquella joven. De las cosas mas interesantes que viste sobresalta una cruz que sujeta con ambas manos. Su cansado sollozo se puede interpretar como una plegaria o miedo. Sonidos que le provocaban nostalgia en esta época del año hoy la hacen correr. Se ha perdido aquella imagen de la sonrisa que Gilles ha escondidas le otorgaba. Reemplazada por un aullido que la lastima de formas que solo ella podría entender. Y continúa su camino, deseando perderse esta vez en el bosque. Rebeca ahora esta frente a su hogar. Una casa de madera y piedra. El olor insoportable la hace pensar en los errores que cometió, levanta su mirada y le pide a Dios que al entrar a la casa todo deje de ser lo que sabe encontrara.Dentro de la casa la cena esta servida, Gilles la espera sentado en el lugar principal de la mesa, la ve entrar sin perder de vista lo que sostiene en sus manos, haciendo una mueca con la forma de una sonrisa burlona. A través de las hendiduras de la mesa se escurre la sangre goteando en el piso, sonido que parece alterar a Gilles, Rebeca no sabe que hacer pero, lo que ve ya no le sorprende, solo desea que Gilles ore con ella y se arrepienta, entonces saca de una de las bolsas de sus falda la Biblia, se acerca al comedor, toma el lugar justamente frente a Gilles y comienza a leer; Gilles salta sobre la mesa, la cena cae al suelo, coloca su cara muy cerca de la de ella, le arranca la Biblia haciéndola pedazos. Rebeca solo quiere detener todo el sufrimiento, toma un cuchillo y corre hacia fuera. Gilles la sigue, la luna ahora esta sobre ellos, Rebeca se quita la ropa y apunta hacia la luna con la mano que sostiene el cuchillo, grita “regresa Gilles o completa tu transformación”. Rebeca se hace cortadas en el rostro, brazos, senos, estomago, piernas y el olor de su sangre tan distinto al de los animales rebasan el nivel de placer que Gilles había conocido quien no se detiene hasta concluir su transformación. Devorarla por completo.
Saturday, October 15, 2005
Carpa de espejos
Estamos perdidos en una casa de espejos, las distintas características de mi mujer sean vuelto mi único lugar en el mundo, un demonio rojo incomprendido por si misma a través de todos sus ojos, a veces me abraza envolviéndome con sus alas mamimeferas de piel y huesos; haciendo un capullo del patagio y asi encubarme del mundo en el túnel del amor, que Javier sufrió alguna vez como visiones. La distancia entre reflejos son eones de conocimiento para pocos hombres, pero para nosotros son mandíbulas, brebajes, lunas llenas, deja vu, ansia, maldición, anticoagulantes de fría saliva, ¡bang, bang!, todo nuestro alrededor es cercano al miedo. Mi encorvada figura de parpados caídos, quijada alargada, nariz abrujada ni siquiera nota como produce asco su andar sobre la multitud de seres que caminan a su lado y son llamados de igual forma por su misma mujer. Recuerdo esquinado en la oscuridad no querer dormir pesadillas. Te busco escapando de mi para no olvidar cual de todos soy. Lacerándome con las múltiples formas que quieres dejar de ver como tu. Solo he conseguido volvernos mas al romper todos, sangrar en ellos y encontrarte moribunda; decido no buscar más y servirte de alimento. |
Monday, October 10, 2005
Crónicas marcianas / Ray Bradbury
(Alguna vez un regalo) Desde que las personas no leen en las bibliotecas, se dedican a platicar en voz alta; buscas el libro, te pones cómodo e inicias el viaje rumbo a Marte. Marte es un pretexto, el leitmotiv, la pregunta, el deseo de correr muy lejos, abrigarte con las arenas rojas, respirare l oxigeno marciano. Eso no va a pasar, descubrirás que irse a otro planeta no cambiara nuestra estructura humana, que tendremos las mismas posibilidades de elección, y elegiremos mal: nos quedaremos en Marte, sin importar quien fue elegido para habitar ahí primero. Las crónicas son el reflejo perturbado de nuestro rostro, que a pesar de ser solo un apequeña sección de lo que somos, nos advierte de nuestros deseos, ira, miedos, debilidades, del a manera en como nuestro razonamiento colectivo es incapaz de comprender que no haremos nada en Marte que nos convierta en marcianos, amenos que seamos capaces de ver mas allá de la estructura humana. De nuestro propio reflejo. |
Thursday, October 06, 2005
I wish it
Noches en que el universo no muera de frio. para que los circulos concentricos sean un vortice donde el mundo sera tragado convirtiendose en algo mas Marte al final del vortice. |
wish it
Deberia ser 3 de marzo de este año el navio rumbo a Marte despegar San cristobal, sus calles y todo lo que llamo amor. |