A las 4 a.m. me di cuenta que la señal nunca llegaría hoy. Me prepare psicológicamente para resistir los calambres en mi cuerpo y poder caminar. Rumbo a mi cuarto esta el cielo que veo a oscuras. Donde debería estar mi cama no hay nada, tampoco esta el closet, ni la computadora o alguna cosa que pueda extrañar. Voy a la sala y esta vacía; igual que el resto de la casa. Ni padres, hermanos o amigos. Para todos el fin de su vida llego. También es mi fin aunque mi vida continúa.
Cierro los ojos para imaginar que todo vuelve a estar donde debería. Entonces me doy cuenta de lo que en este lugar siempre ha hecho falta. Y decido no volver a crear la realidad con la mente. Supongo que al no haber nada olvidare como soy y el tiempo libre llegara a ser obsceno. Ahora que duerma me pregunto como serán los sueños sin noche ni día.
Más tarde despierto y lo primero que recuerdo es lo que soñé. Estoy en lo mas alto de un edificio y me deslizo hacia el vació; obviamente el impacto visual me saco de mi descanso. No me levanto, solo estoy tirado observando e invidente la nada. Comienzo a estirar mis músculos para ponerme en pie y caminar hasta encontrar algo que comer o beber. El cansancio me vence. No alcance a encontrar ninguna cosa para mantenerme con vida. Nada más me alcanzan las fuerzas para suicidarme y decidir mi última cena como si estuviera en el pabellón de los condenados.
Inicio a engullirme a partir de los pies.
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