Travelling Vertical

Paris, Texas
Director: Wim Wenders
Año: 1984

Ver un film de Wim Wenders es cruzar el umbral de la materia y hurgar en el alma. Someterse a la reflexión objetiva como quien busca a través de si mismo lo que llamamos humanidad. Esta es la razón de parís, Texas; y de esa manera nos obliga de forma positiva a descubrir sin temor que existe el perdón y la paz mental.

En la película un hombre que voluntariamente escogió el exilio regresa a deshacerse de una sentencia que se había infringido. Primero entendiendo que para él no existen regiones tórridas ni siquiera en el desierto. Segundo, recuperando el lenguaje oral con el objetivo de disminuir el tormento del eco de sus pensamientos. Volviendo a la cotidianidad que dejo al olvido, enfrentarse a la confusión de una pregunta de dos años sin respuesta. Y finalmente conducir hacia otro comienzo.

Respaldando todo eso Wim Wenders nos entrega en cada cuadro (sobre todo en la primera parte de la película) planos sencillos y extensos. Atractivos para el espectador que es capaz de apreciarlos como si fuera el personaje principal: en busca de algo o huyendo de sus demonios internos. Actuaciones que representan con certeza el drama humano. Una película honesta que yo llamaría de reconstrucción emocional.