Travelling Vertical

Luces al atardecer
Director: Aki Kaurismaki
Año: 2006

Debo confesar que la primera vez que vi una película de Aki Kaurismaki no tuve idea de lo que había visto. Y por la simple razón de que cuando nos enseñan algo (lo que sea) de forma extremadamente sintética y fría a veces nos lleva tiempo entenderlo a pesar de que el lenguaje con que se nos entregue no sea abstracto. Esa es la formula de Aki Kaurismaki, un lenguaje complejo pero a su vez sus obras no son largometrajes que busquen descifrar o construir nuevos lenguajes cinematográficos, este director se basa simplemente en lo cotidiano y la simplicidad de las historias; lo que algunos narrarían en dos horas y media, Aki Kaurismaki lo hace en setenta u ochenta minutos al mismo nivel de exactitud narrativa. Seguramente por su temperamento y capacidad para analizar el estilo de vida de las personas de su país.

Luces al atardecer es su décimo séptimo largometraje y para quienes ya vieron el hombre sin pasado (2002 ) o cualquier otro de sus trabajos, este es el dique para sostener el estilo y lenguaje narrativo de Aki Kaurismaki. En el filme podemos ver que la historia continua la misma línea y los personajes apenas no son los mismos al hombre sin pasado por un azar cinematográfico. La ciudad se repite y la historia es sobre un hombre joven de clase baja. Koistinen quien es el personaje principal y el móvil para desarrollar la historia de luces al atardecer es un hombre solitario y ensimismado que desea pertenecer a algo más que su simple existencia. Sin embargo empleado de seguridad de un centro comercial, la única persona que lo escucha es una mujer que tiene un puesto de comida rápida a donde el siempre llega a cenar.
Una noche un grupo de ladrones se da cuenta que Koistinen es un blanco fácil para que les sirva de chivo expiatorio, entonces deciden utilizarlo para robar la tienda engañándolo por medio de una mujer que fingirá estar interesada por él.

A través de esta historia sencilla y que para algunos puede parecer un cliché .el director nos transporta a una Helsinki aburrida y triste, mecánica y fría, donde por medio de las imágenes, el guión y la narrativa, nos deja claro que el director trata de denunciar la miseria espiritual en los individuos del viejo mundo.