Travelling Vertical

Inception
Director: Christopher Nolan
Año: 2010

Pensar y escribir sobre el cine que realiza C. Nolan es hacerlo sobre aspectos del celuloide bastante espectaculares e intrigantes sobre la construcción del guión y el cómo se va formando una película hasta volverse un entramado interesante o de máxima pereza; y las obras de C. Nolan consiguen algunas veces ambas características, quiero decir que Inception después de haber visto Memento (2000, Brian Nolan) me recuerda a esa frase (tan trillada) de Hamlet y que no pienso mencionar. Sin embargo la cinta consigue ser recomendable y odiosa si pensamos en lo fantástico que son nuestros sueños. Inception es una película envuelta en una historia de acción y sugestión que pocos directores pudieran lograr y que debe la mayor parte de su éxito a la música que es la integradora de la cinta y lleva las secuencias de acción a un nivel más alto que el filme como un todo.

En la película un grupo de personas tienen la habilidad de introducirse en los sueños de los demás e incluso crearlos y por ese medio robar secretos y venderlos al mejor postor. Dom Cobb, el líder de este grupo es una persona perturbada por la muerte de su esposa y después de fallar en un robo es puesto en el dilema de hacer un último trabajo que consiste en implantar una idea en la mente de otro por medio de los sueños y de llevarse a cabo podrá volver a su país y regresar con sus hijos. Obviamente acepta (porque si no, no tendríamos película) y reúne a su grupo para realizar la implantación de esa idea en un empresario.

El filme nos lleva a través de un camino sinuoso donde lo único importante y que debemos prestarle atención es a las secuencias de acción, los efectos especiales y por supuesto la música, porque la historia pese a estar incluida en el sci-fi presenta un cuadro pesado que lejos de volverse interesante o superponerse a la imagen queda relegada por los efectos visuales que son básicamente los que sostienen la cinta y hacen de Inception recomendable pero apenas arriba de Following (1998) el peor trabajo de Christopher Nolan.