Thursday, July 04, 2013

No olvides a tus amigos



 
  El punto de reunión, la terminal de areotrenes en la ciudad Integrada.  Morter llega primero, la puntualidad no es su fuerte pero hace una larga temporada sin ver a Lucida y Sol, sus ex compañeros de la universidad, sus únicos amigos que sobrevivieron a la guerrilla por la integración de las ciudades. Morter se coloca la capucha del suéter; Y la lluvia que inicio en la madrugada comienza a irse, los autos particulares se detienen y también los taxis, y ni uno parecer transportar a sus amigos. Ha sido demasiada mi emoción por verlos, debí esperar un rato mas en casa, había buena música en la radio, algo de the sonics y bjork. Una agradable selección musical para hoy –piensa Morter- 
Lucida aparece frente a él como un alma que se extiende entre la multitud, le parece intangible y peculiar; enrollada en un reboso verde, sus rastas de color café amarradas y sus pantalones más desgastados, le recuerdan a Morter  las formas en que hicieron el amor en el auditorio vacío de la universidad. Lucida lo ve  y Morter siente la humedad de su sudadera acumulada por la lluvia y el frio, y el olor a humo anquilosado en la estación de los areotrenes cruzar entre ellos. Ambos hablaron poco y se movieron a la cafetería, pidieron un expreso, esperando entre las sillas del andén seis… un rato después se burlan de Sol que daba vueltas sobre el mismo punto, buscándolos sin poder verlos y hacen apuestas acerca de lo que podía ver Sol o si los había visto pero no los reconocía.
Lo vieron sacar el boleto de su bolsillo y caminar hacia donde ellos estaban,  el llamado para abordar el areotren rumbo a centro y sud América se había hecho. Fue así que los vio y estando tan cera de ellos por fin los reconoció. Sol los quedo viendo y puso atención a las manos de Lucida y Morter, entrelazadas, no pregunto nada, asumió que era por el frio, les sonrió y juntos caminaron hacia el transporte  que los llevaría fuera del país.
Escogieron buenos asientos, donde tuvieran una gran vista, se sintieran cómodos y pudieran hablar abiertamente sin que otros pasajeros los molestaran con sus miradas, queriendo hacerlos callar, querían estar lejos de personas sin  libertad de mente y espíritu.
Sol permanecía callado, incluso cuando tuvo oportunidad de hacerlo después de tanto que contaban sus amigos sobre sus vidas después de la universidad, él decía dos o tres datos y volvía a callar. Estaba cansado y realmente no deseó hacer el viaje, sus amigos le habían hecho daño y perdió toda la confianza en ellos años atrás, además ver a Lucida y Morter juntos otra vez, tan cerca uno del otro sonriéndose entre sí y lanzándose miradas, que interpretaba como deseos  restringidos por su presencia le causo tal repulsión que se levanto a pocos minutos de haber comenzado el viaje, entonces ve sobre el piso del pasillo una figura de plástico de color verde pálido con la forma del monstruo de la laguna negra, lo levanta y recuerda haber tenido un juguete similar cuando era niño, apenas y creía que siguieran produciendo esa misma línea de figuras en la actualidad, era tan simple aquel monstruo entre sus manos, sin articulaciones y una base de plástico pegado a sus pies le permiten mantenerse de pie, sin embargo el detalle de sus escamas, los colmillos también hechos, las agallas en su cuello, esas membranas que unen sus dedos con garras y aquellos ojos de pez más que de humano lo conmovían, hasta que una de las personas que trabajan en el aerotren le dijo – joven, disculpe pero ese juguete es de mi hijo, lo olvido y no podíamos encontrarlo, tuve que bajarlo llorando porque es uno de sus preferidos, si me lo devuelve sería muy amable de su parte, además le convendría regresar a su asiento porque vamos a entrar al bosque negro y es una maravilla verlo desde su lugar- Sol le entrega la figura monstruosa a la mujer y le dice – También tuve este juguete cuando fui niño de hecho tuve a todos los monstruos clásicos pero este siempre es mi favorito, le señalo  y volvió a su asiento. Encontró a Lucida y Morter besándose, así que ni siquiera notaron que  había vuelto, cerró los ojos y comenzó a dormir.
 Entraron al bosque que abrazo todo el tren con su oscuridad. Las luces se mantuvieron tenues mientras cruzaban el bosque negro, pleno de fantasía  entre la poca luz que abre el bosque y muestra su naturaleza exuberante  enriquecedora de los sentidos. Y los ojos brillantes de los animales se llenan de placer al acercarse a los rayos del sol, pero al acercarse a la luz, las bestias mutantes se llevan a sus presas a los lugares negativos de aquel bosque o al menos así dice la leyenda de aquellos viajeros que tuvieron que salir del  tren y esperar en el bosque  y los pocos sobrevivientes nunca dejaron de buscar la manera de destruir esa reserva natural y los monstruos que la habitan.
 
   El bosque negro y la frontera de la ciudad integrada quedaron atrás; y centro América se hacía pequeño y superpoblado de personas que se aferran a la vida. Lucida, Morter  y Sol, desayunan en un restaurant de la estación de aerotrenes en Tegucigalpa. Un vaso lleno de manjar de frutas transgénicas los mantenían entretenidos  o le prestan demasiada atención a aquellas formas de fruta que habían perdido su naturaleza  y de esa manera evitan  las deprimentes imágenes dentro de esa estación, hasta que una mujer de raza negra con muy poco cabello y ojos saltones y unas manos grandes e hirvientes tocan a Lucida en su delicado brazo, ella suelta el vaso  asustada y ve a esa mujer que le dice – quédate hija, anda lee- y le entrega un boleto  – al reverso hay un poema que escribí para que regreses a nuestra casa ¿recuerdas como llegar?- Sol y Morter observan aquella mujer que al hablarles adormece con su penetrante voz. Entonces avisan en toda la estación que su transporte va a partir, Morter toma el vaso y se lo entrega a esa mujer  mientras camina rumbo al aerotren y el alma perdida de aquella mujer desaparece dejando solo como hecho de su existencia el poema que lleva Lucida que comienza a leer mientras abordan.
 
   El calor del medio día en una caja de metal con clima artificial potencializa el olor de las personas que han viajado casi seis días, a veces es olor a descomposición y luego es acidoso, pesado, atmosférico, generado por el calor de los más de setenta cuerpos dentro de los vagones. Entre su silencio de tres horas y esos olores, el viaje se convierte en un martirio –Morter pregunta con tono sarcástico - ¿es posible que el viaje empeore de alguna manera? -  Aquí tengo el poema de aquella mujer… lo leeré – responde Lucida-  ve el poema y sonríe antes de comenzar a leerlo.
 
Nociones
de un mundo subterráneo
estropeado
 
Visiones
de infantes
y amores
 
Desconozco
a quienes
desconectare de su viaje
 
   Algunas horas más tarde Morter dice -¡Lucida! Ya aprendí de memoria el poema pero por favor, léelo una vez más antes de entrar  a Perú, mira estamos tan cerca del dios solar creo que le gustaría un poco de poesía.- Estúpido antropólogo, solo porque eres mi amigo lo leeré y es la última, ya casi pierdo la voz y tengo pesadillas de tanto leerlo desde que salimos de Honduras. – responde Lucida.
   El aerotren cruza la frontera peruana a través de las montañas y los pasajeros solo observan sin peguntar quienes fueron aquellos hábiles e intrépidos constructores de ese camino de rieles para tren que va por ese sistema de rocas y al amanecer es tocado por el dios solar de los incas en forma de cóndor y desciende hasta la urbanidad de Lima en el tiempo suficiente para apreciar la altitud del paisaje.
   El siguiente día al atardecer, Sol y Morter dejan en la posada a Lucida, salen a comprar un poco de fruta y cigarrillos locales, caminan por el viejo Lima, las calles, las casas, los edificios les parecen fotografías de su ciudad natal en los años 70, es una tarde de frio y los indígenas vendedores del mercado no pueden ocultar las quemaduras en sus pómulos por el descenso de la temperatura, pero no es el frio que se respira en el alma del concreto de la  ciudad si no el de las montañas donde viven. Morter ve un puesto con una pecera llena de ranas y se acerca. Entonces le pregunta a la persona que atiende (que además tiene un semblante de anfibio) -¿Oiga, usted vende las ranas?  - Sí, pero las hago licuado y así las vendo- responde- Increíble, ¿Y es común que la gente le compre?- pregunta Morter -Claro es una bebida típica de Lima y llena de nutrientes. Ustedes no son de aquí, verdad ¿De donde son? –  dice el vendedor- Somos de la ciudad Integrada- responde Morter
-Tomen este mapa por si quieren conocer otro Lima, si llegan a este lugar (señalando con el dedo un punto en el pequeño mapa) digan que los mando Fran.- Ok, ahora denos uno de esos licuados para llevar-  termina por decir Sol.
  
    Los amigos están pensando en viajar al siguiente día a Uruguay, pero tienen dudas, el invierno en Sudamérica les tocaría, además han pasado suficiente tiempo juntos, así que deciden realizar aquel viaje para después, pero esa noche toman el mapa y caminan intrincadas calles de la verdadera ciudad, lugares llenos de historias que pertenecen a personajes sin aparente trascendencia universal, sitios  donde la realidad es más tangible. Así llegan al bar que Fran, el hombre de los jugos les menciono.
    Aquel lugar es una  casa hecha de material industrial, de un estilo de arquitectura que sin relación con una época o un tiempo del pasado, parece una construcción moderna con intenciones de integrarse a la naturaleza. La fachada es triangular y los block de las paredes están expuestos y tienen imágenes e incrustaciones de cristales dorados y plateados. Tocan la puerta y la mujer que atiende su llamado, amablemente los invita a pasar cuando escucha quien los invito a visitar su bar. Los lleva a recorrer la casa. Los techos parecen por momentos que se hacen más altos en algunas partes. Morter siente mareos y les dice a sus amigos que si no hay fiesta en ese lugar no tiene sentido seguir con el recorrido, pero Lucida y Sol  parecen hipnotizados por aquellos muros adornados por muchas piedras de colores que dan la impresión de rebotar los sonidos y las imágenes. Toman un pasillo, un camino oscuro que cruza nuestra dimensión y luego desciende a un caudaloso rio bermellón atrapado en un túnel subterráneo con pinturas  donde seres extraños están retratados. ¿Quieren quedarse con nosotros? Pregunta aquella mujer y los ve fijamente con sus ojos amarillos y verdes y en el lugar donde debe estar su cabello  solo hay piel verde que nace de su frente y sus orejas, con manchas blancas que se esparcen aleatoriamente en su cráneo. Morter intenta hacer reaccionar a Lucida y Sol pero no responden, se encuentran bajo el hipnótico de aquel ser mitad mujer y mitad reptil. Piensa en su vida y comienza a correr cuando ve que otros igual que ella se les acercan, y algunos tienen dientes puntiagudos y bocas enormes, corre por los túneles llenos de pictogramas arcaicos, hasta que resbala y cae en el rio, nada a favor de la corriente y entre más se aleja, siseos salvajes que recorren el subterráneo le dicen: No olvides a tus amigos.
 
   Muy lejos de ahí en la sala de un departamento en la ciudad Integrada, un niño felizmente juega con su monstruo de plástico, su héroe y lo abraza y piensa que nunca se separaran. Mientras la ciudad continúa creciendo, sepultando todo rastro de la cultura ancestral que se fundó en un tiempo distinto al día de hoy.

6 comments:

reptilio said...

tengo entendido que ayer (o si no es hoy) es el dia del amigo en la Argentina

asi que Felicidades hommie

Javoc said...

felicidades mi buen amigo, abrazo

reptilio said...

por si aun no la encontrabas

http://www.dimensionpeliculas.com/2013/04/excision-brrip-hd-ingles-subtitulada.html

;D

Javoc said...

a que chido, gracias por el link :]

reptilio said...

¿soy yo o este post crecio como con la lluvia?

Javoc said...

creció como la lluvia :)