Thursday, November 30, 2006

Cydonia (parte 1)


Nebel esta jugando en este momento. Perdida en el mundo complejo sin abstracciones. Se entretiene con la anatomía humana. Su preferida, según me ha dicho.
Le pregunte si le gustaba el corazón. Ella dijo: no, sin embargo es difícil de quemar.
Pronto la llamaremos a dormir y se pondrá feliz. Parece saber que nunca morirá. Así que convierte los sueños en el fin del mundo. Para ella la tierra ha muerto 1460 veces.
Pidió que su cuarto fuese pintado con figuras de fractales. Lo que me llevo a leer su bitácora en la carpeta universo. En esta menciona que estamos contenidos en una de todas las explosiones de la nada. Por eso nuestro origen es igual al fuego. Y concluye que el efecto mariposa se esta comiendo a Dios.
Mañana será su cumpleaños y he elegido regalarle el resultado de una ecuación. Me ha tomado mucho tiempo llegar a su resultado. Podría decir que 1460 días. No estoy seguro.
En síntesis el problema es Nebel. No recuerdo como llego aquí. Solo desperté un día con recuerdos de ella en mi cabeza como si fuese parte de mi vida desde hace 5 años.
Estaba su cuarto, su ropa, juguetes, fotografías, sus documentos, la comida que gusta dentro del refrigerador y ese instinto que despierta en los humanos cuando tenemos hijos.
Empecé a formular y creí que era una broma pesada. Fue lo primero que deseche ya que es imposible que alguien implante recuerdos solo para burlarse de uno. Pude quedarme con eso y concluir ahí. Sin embargo lo real nunca te deja dudas y yo tenia una fractura en mis recuerdos que eran imposibles de cohesionar. No creía que Nebel fuese real. En todas las fotos estaba Nebel conmigo o Nebel sola. Nunca la de una familia. Hacia falta la madre de Nebel. Llegue al limite de mis recuerdos visualizando el rostro de la mujer que pude amar y era distinta a Nebel.

Estuve observando desde una ventana La Tierra sin hacerme una sola pregunta. Seguía viéndose hermosa a pesar de ser tan vieja. Estoy seguro que de estar ahí sintiendo su abrazo gravitatorio pensaría mas claramente o ni siquiera tendría dudas sobre mi y Nebel.
Hasta que mis ojos empezaron a cansarse. Creí ver algo distinto que paso cerca de la tierra pero, no me detuve a pensar mucho en eso. Cerré las cortinas y me fui a sentar un instante, quería dormir. Era lógico que mi sistema me pidiera que lo hiciera. En cambio me quede ahí con mis brazos recargados sobre la mesa y mis manos sujetas entre si. La mesa estaba completamente cromada, podía reflejarme en ella, sin embargo no reconocía quien era y se sentía fría como las madrugadas en la tierra a la intemperie observando algún cambio en el cielo. Es extraño, siempre lo es añorar tanto algo hasta el grado de encontrar semejanzas entre lo vivo y lo muerto. Debe ser que al momento que nuestra especie se dio cuenta que podía crear perdió todo el contacto con lo divino. Después no importo que tanto avanzáramos las respuestas que buscamos son tan ridículas como nuestras preguntas limitándonos al saqueo de fuentes naturales dejando atrás lo trascendental como las estructuras megalíticas que olvidamos estudiar en Venus y Marte; Gagarin lo dijo bien hace ya casi dos siglos: no veo a ningún Dios desde aquí. Y nosotros lo creímos.
Un monitor a base de fotones se crea frente a mi para indicarme de un incremento de oxido nítrico en la zona basal frontal del cerebro de Nebel. Esta teniendo pesadillas.
No era nadie para despertarla de eso que estaba viviendo. Solo la veía durmiendo con esa posición entre boca abajo y de lado, su cabeza recargada sobre uno de sus brazos. Antes de que dudara de su existencia nunca la había observado dormir. Sentí que me acercaba al resultado.

10 horas después; Nebel había despertado y lo primero que hizo fue encender su monodron. En la pantalla del monodron aparecían preguntas. Nebel contesto en orden una por una. Su primera respuesta fue: bien. La segunda vez hizo esta pregunta; ¿Haz soñado que eres un hombre adulto del tamaño de un árbol de almendras y que te acercas a uno para tocar sus hojas. Y que se aparecen gatos con actitudes de hombres? El monodron respondió. Nebel salio del cuarto y escucho el mensaje que su padre le dejo. El monodron hizo otra pregunta y se apago.
Ella sabe que hoy cumpleaños y observa cada lugar dentro de su casa como si nunca lo hubiera hecho antes. No ha pasado mucho tiempo desde que nació. Mas sus recuerdos no corresponden a su edad. Nebel tiene entre sus experiencias esos sonidos de maquinas viejas que se transportan sobre ruedas, la sensación del calor bochornoso que producen junto al concreto cuando se camina cerca de ellas e imágenes que solo pueden verse en los museos de ambientes virtuales para adultos. Asustada cree que vendrá un rápido fin. Como la historia nunca predijo.

Dentro de un salón de clases el Dr. Fo y padre también de Nebel; termina su clase diciendo que si su hija es capaz de interactuar con un software de primera generación I.A. se debe agradecer mas al estudio de la psicología de las maquinas que a cualquier otra ciencia. Debido a que esta desarrollo neuronas-drones capaces de simular e imitar las reacciones bioquímicas que se producen en el cerebro mediante generalizaciones e individualidad también llamados software de complejos que se transformaron en los drones o software abstracto.

1 comment:

El AnArQuI said...

creo que tendre que leerlo de manera cronologica y no lo de el futuro antes que este presente