Monday, February 01, 2010

En aquel día de luna azul de septiembre
en silencio bajo un joven ciruelo
estreché a mi pálido amor callado
entre mis brazos como un sueño bendito.
Y por encima de nosotros en el hermoso cielo estival
había una nube, que contemple mucho tiempo;
era muy blanca y tremendamente alta
y cuando volví a mirar hacia arriba, ya no estaba.


Desde aquel día muchas , muchas lunas
se han zambullido en silencio y han pasado.
Los ciruelos habrán sido arrancados
y si me preguntas ¿qué fue de aquel amor?
entonces te contesto:no consigo acordarme,
pero aun así es cierto sé a qué te refieres.
Aunque su rostro , de verdad , no lo recuerdo,
ahora sé tan sólo que entonces la besé.


Y también el beso lo habría olvidado hace tiempo
de no haber estado allí aquella nube;
a ella sí la recuerdo y siempre la recordaré,
era muy blanca y venía de arriba.
Puede que los ciruelos todavía florezcan
y que aquella mujer tenga ya siete hijos,
pero aquella nube floreció sólo algunos minutos
y cuando miré a lo alto se estaba desvaneciendo en el viento.

"Recuerdo a Maria A." Bertolt Brecht

2 comments:

fanntine said...

Que hermoso poema...

Saludos Javier =)

Javoc said...

si lo es...
saludos hada fanntine!