Ahora que tengo más amistades me gustaría contarles una anécdota superficial.
Que subí al piso más alto de las
oficinas del PRI en nuestra ciudad. El mismo día de las votaciones del 2012, pasaban las 11 de la
noche, la puerta estaba abierta, sin
vigilante, todo era suspenso, las escaleras pintadas de color blanco son
recuerdo de la tristeza y el silencio dentro de esas oficinas, parecía que
las habían dejado abandonadas no mucho
tiempo atrás. Escuche el sonido de
alguien acercándose, era el vigilante,
quien me indicio que debería subir un piso mas, quizá ahí me podrían informar.
Al llegar al final había una puerta de madera tallada, abierta a medias. Toque y
me pidieron que pasara. Estaban como 5
varones todos vestidos a lo wero Velasco y algunos de ellos me conocían de la
Universidad y yo a ellos, recordé la
frase que habían utilizado los del partido para su campaña re-animator. Nadie supo
lo que les pregunte. (Las próximas elecciones lo vuelvo a hacer). Al siguiente
dia, en las noticias por Internet vi un encabezado que me llamo la atención “Venegor
ha vuelto” y de fondo la imagen de aquella oficina donde según la información encontraron
a un grupo de jóvenes militantes atormentados por horrores mentales que los llevo directo a instituciones siquiátricas
en otras ciudades, uno de los federales en la escena comento que parecían estar
sufriendo como si hubieran perdido las elecciones.
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